Cómo saber cuántas Calorías Debo Consumir

Las calorías hay que tenerlas en cuenta, pero vamos a hablar sobre otra serie de factores muy importantes que también determinan la eficacia de cualquier dieta.

2/7/2021
Nutrición

Publicado por Rubén Lechuga y Pilar Forte

¿Eres de las personas que se centra exclusivamente en contar calorías? En este artículo vamos a hablar sobre la importancia de otros factores distintos a las calorías a la hora de realizar cualquier tipo de dieta, ya sea con un fin médico o estético.

Hoy en día tenemos todo tipo de dietas (cetogénicas, vegetarianas, bajas en hidratos de carbono, etc.) y se está viendo, desde hace años, que el peso de todo recae sobre el conteo de calorías como si fuera la clave para que la dieta sea efectiva. Las calorías hay que tenerlas en cuenta, pero vamos a hablar sobre otra serie de factores muy importantes que también determinan la eficacia de cualquier dieta.

5 Factores más importantes que las calorías:

La nutrición

La nutrición es la incorporación de una serie de alimentos que nos proporcionan macro y micronutrientes, garantizándonos un correcto funcionamiento del organismo para mantener la salud.

A fin de cuentas, la salud no depende únicamente del conteo de calorías, ya que cuando un paciente acude al nutricionista, éste valora a la persona en su conjunto teniendo en cuenta todo su contexto: ámbito intestinal, emocional, la composición corporal, ejercicio físico, estado del sistema inmunológico, etc. La finalidad de la dieta irá en función de si el paciente desea bajar o subir de peso, por lo que la dieta que se pauta tendrá un superávit o déficit calórico determinado. Sin embargo, el resto de factores son los que van a determinar si ese contenido calórico va a estar bien acompañadopara alcanzar la finalidad de la dieta.

El ámbito intestinal

Uno de los factores más importantes que acompañan al conteo de calorías es el ámbito intestinal, ya que todo lo que ingerimos lo absorbemos en el intestino y si hay algún tipo de incidencia a nivel intestinal, provocará que no absorbamos la cantidad necesaria de determinado alimento. Es entonces cuando el conteo de calorías deja de ser el factor más relevante, puesto que si pautamos una dieta en superávit calórico de 2.000 kcal pero solamente absorbemos aquello que finalmente nos proporciona 1.400 kcal, no lograremos llegar a nuestro objetivo.

El metabolismo tiroideo

Está muy relacionado el metabolismo tiroideo con las dietas de pérdida de peso. Perfiles de metabolismo tiroideo ralentizado hacen que cualquier dieta para bajar de peso tenga un menor grado de transporte y oxidación de ácidos grasos. Por lo tanto, cuando pautamos una dieta hipocalórica para bajar de peso en una persona con este tipo de metabolismo, sometemos a un esfuerzo mayor al organismo al disminuir tanto esas calorías, provocando situaciones de estrés metabólico. Una vez más, fijarnos solamente en el conteo calórico sin tener en cuenta el estado de la glándula tiroides puede hacer que el problema sea cada vez mayor.

Repercusión sobre la Prolactina

Volviendo al punto de la tiroides, se puede llegar a dar el problema de que restringiendo todavía mucho más las calorías lleguemos a un punto en el cual el propio organismo se defienda ralentizando aún más esa tiroides. Algo que preocupa a los sanitarios es que el organismo esté en tal estado de alerta que repercuta sobre la prolactina, una hormona que se eleva en situaciones de mucho déficit calórico, inflamación, estrés, etc.

Esta hormona interacciona negativamente con la testosterona en hombres y con los estrógenos en las mujeres, por lo tanto, tiene una incidencia directa hormonal. La repercusión que puede tener esto en un hombre se traduce en dificultad para ganar masa muscular, que a su vez dificulta la pérdida de grasa buscada. En una mujer ello conlleva a procesos de infertilidad o situaciones negativas para la salud ósea.

Liberación del cortisol

Las alteraciones de la prolactina producen a largo plazo una inflamación que puede llegar a ser crónica, lo que se conoce como inflamación crónica de bajo grado.

Esto repercute de forma que se activa el sistema nervioso simpático e inmune, liberando citoquinas inflamatorias. A modo de respuesta, el organismo libera cortisol para hacer frente a esa situación de alarma, llegando a un punto en el que el organismo se adapta e incluso te sientes mejor ya que el cortisol cumple con esa función.

El problema ocurre cuando el organismo requiere de glucosa para obtener energía proveniente de las proteínas de la masa muscular. Además, unos niveles de cortisol mantenidos en el tiempo generan una elevación constante de glucosa en sangre, lo que puede derivar en una resistencia a la insulina.

Aprende mucho más sobre las calorías en este vídeo

https://youtu.be/C8m1JX_g3G8

Conclusiones finales

Fijaros que una mala gestión de las calorías o prestar demasiada atención a las mismas puede tener incidencias a nivel hormonal, tiroideo o una mala gestión de la glucosa; y al final lo que buscábamos en un principio, que era bajar de peso y porcentaje de grasa, se traduce en todo lo contrario: acumulación de grasa, retención de líquidos, peor composición corporal y ralentización del metabolismo.

Una vez más, es importante valorar todos los factores y no solamente ceñirnos a un conteo calórico para poder ver hasta qué punto se puede evolucionar de forma personal.

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